La reciente presentación de la Estrategia Nacional de Economía Circular para Textiles al 2040, impulsada por el Ministerio del Medio Ambiente, representa un avance crucial en la lucha contra uno de los sectores más contaminantes a nivel global: la industria textil. Chile, reconocido como el cuarto mayor importador de ropa usada en el mundo, enfrenta un grave problema de residuos textiles, con un impacto tangible reflejado en los desiertos del país, que se están convirtiendo en vertederos de prendas. Con un promedio de consumo de 32 kilos de textiles por persona al año, se estima que las toneladas de basura textil superan las 572 mil cada año, subrayando la urgente necesidad de acción.
Esta estrategia no solo tiene como objetivo reducir el sobreconsumo de prendas, sino también prevenir la creación de vertederos ilegales y fomentar la reutilización y valorización de los materiales textiles. El Dr. Iván Franchi, destacado académico de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad de la UNAB, participó activamente en la elaboración de esta estrategia. En sus declaraciones, enfatiza el papel fundamental de la academia en este proceso, aportando evidencia y articulando diálogos entre diversos actores. Franchi subraya que esta estrategia es viable y necesaria al reconocer las particularidades de la producción, consumo y disposición de desechos en el contexto chileno.
La Estrategia Textiles 2040 se apoya en un enfoque participativo que ha involucrado a más de 2.500 representantes de la sociedad civil, el sector privado y el ámbito académico. Este proceso ha dado forma a un plan estructurado en cuatro ejes estratégicos: la disminución del sobreconsumo, la generación de empleo formal dentro de un modelo de economía circular, la valorización de residuos textiles y la eliminación de vertederos ilegales. A través de estas metas, se busca transformar radicalmente los patrones de producción y consumo de textiles en el país hacia un modelo más sostenible para el 2040.
Una de las particulares innovaciones que introduce la Estrategia Textiles 2040 es la inclusión de los textiles como un «producto prioritario» dentro de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP). Esto implica que los productores e importadores tendrán que asumir responsabilidades específicas en términos de recolección, valorización y reciclaje de textiles. Además, se han establecido objetivos claros y cuantificables que guiarán las acciones hacia el año 2040, que incluyen la disminución del sobreconsumo, el fomento del empleo en la economía circular, el aumento de la valorización de residuos y la erradicación de vertederos ilegales, todos elementos vitales para una gestión adecuada del ciclo de vida textil.
El compromiso de la industria del vestuario y textil es crucial para el éxito de esta estrategia. La educación y la formación de profesionales capacitados serán esenciales para implementar las transformaciones requeridas por esta nueva política. Según Alan Fox, coordinador de Diseño del Campus Creativo de la UNAB, es fundamental que la educación en diseño de vestuario esté alineada con las realidades productivas del país. La participación de la UNAB en la XII Feria de Educación Ambiental, presentando una colección de moda compuesta totalmente por textiles reutilizados, ejemplifica el tipo de iniciativas creativas que pueden surgir de esta nueva estrategia y resalta la importancia de la innovación en el campo del diseño y la sostenibilidad.
