La situación económica en Chile se ha vuelto crítica para las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes), que enfrentan la falta de liquidez como uno de sus mayores obstáculos. De acuerdo con la «Encuesta de Financiamiento Pyme 2024» realizada por la fintech Maxxa, la preocupación por quedar sin dinero para cumplir con sus compromisos es compartida por el 68% de los encuestados. Esta preocupación se ve acompañada por la percepción del estado económico del país (40%) y por la aparición de gastos imprevistos (37%). La encuesta, que recopiló información de 1.215 pymes, demuestra que muchas de estas empresas sienten que su capacidad de crecimiento está seriamente obstaculizada por su acceso limitado al financiamiento, con un 46% de los participantes así lo afirmando.
Cristián Sauterel, CEO de Maxxa, subrayó la constante vulnerabilidad que enfrentan las pymes en el país, señalando que la falta de financiamiento se combina con accesos limitados a tecnologías, asesoría financiera y oportunidades comerciales. A su juicio, es esencial que el ecosistema emprendedor actúe como un soporte estratégico, en lugar de esperar únicamente a que el panorama económico mejore. La opinión de Sauterel refleja una creciente necesidad de que se implementen medidas específicas para apoyar a estas empresas, que son fundamentales para la economía nacional, en su búsqueda de continuar operando y creciendo a pesar de los desafíos que enfrentan.
Otro aspecto relevante que se aborda en la encuesta es el impacto de las reformas que se están implementando, como la reforma de pensiones. Un 44% de los encuestados expresó que el posible incremento en la cotización individual tendrá repercusiones negativas en sus finanzas. Mientras tanto, el 41% manifestó que aún no está claro si la reciente regulación del Cumplimiento Tributario afectará a su negocio, lo que resalta la incertidumbre existente en el sector. Esto provoca una alarma en las pymes, ya que el 30% de los participantes considera que las reformas pueden ser desfavorables para su situación financiera, lo cual podría complicar aún más su capacidad de sobrevivir en un entorno económico ya precario.
La Ley de 40 Horas también ha generado un debate dentro del sector, donde el 50% de las micro y pequeñas empresas cree que pueden manejar sus costos sin que eso impacte gravemente sus operaciones. Sin embargo, hay un 19% que anticipa un aumento en sus costos operativos, lo que refleja una clara preocupación por la capacidad de adaptación a este nuevo marco legal. La ley, aunque apunta a mejorar la calidad de vida de los trabajadores, también presenta desafíos que las pymes deben considerar al planificar sus finanzas y estrategias operativas.
Finalmente, la encuesta revela un panorama sobre el comportamiento financiero de las pymes que es revelador. El 46% de las empresas no solicitó créditos en el último año, una decisión que podría interpretarse como un reflejo de la desconfianza o la falta de información sobre los requisitos bancarios. De las que sí solicitaron financiamiento, un 10% vieron sus pedidos rechazados. Este desajuste entre lo que las pymes necesitan y lo que los bancos están dispuestos a ofrecer es un llamado a la acción para simplificar los procesos de crédito, lo que podría fomentar una mayor inclusión y crecimiento entre las pequeñas y medianas empresas en Chile.