Durante la inauguración de los nuevos edificios de la Fundación Tacal, que celebra 40 años de labor en pro de la inclusión laboral, Andrés Arce, Seremi del Trabajo de la Región Metropolitana, entregó cifras alarmantes sobre las sanciones aplicadas a empresas que no han cumplido con la Ley de Inclusión Laboral desde 2019. En su discurso, Arce reveló que la Dirección del Trabajo ha impuesto multas que suman $7.000 millones, destacando las faltas relacionadas con la falta de un gestor de inclusión, la ausencia de planes actualizados y el incumplimiento del requerimiento de reservar un 1% de sus puestos para personas con discapacidad. Esta información pone de manifiesto la urgente necesidad de un mayor compromiso por parte del sector privado para garantizar la inclusión laboral.
Andrea Zondek, fundadora y presidenta de la Fundación Tacal, también hizo hincapié en la grave situación de las personas con discapacidad en Chile, destacando que cerca de dos millones de chilenos conviven con alguna discapacidad funcional. A pesar de los avances legislativos, como la Ley 21.015, menos de la mitad de los adultos con discapacidad participa en el mercado laboral formal, lo que evidencia que la inclusión laboral sigue siendo un desafío significativo en el país. Zondek enfatizó que tratar la discapacidad como una situación asistencial, en lugar de una cuestión de derechos humanos, perpetúa la exclusión y genera desigualdad en el acceso a oportunidades laborales.
La inauguración de los nuevos edificios de la Fundación Tacal, situada en Independencia, marca un hito en la historia de esta institución que ha transformado la vida de miles de personas con discapacidad a lo largo de cuatro décadas. Desde sus humildes inicios en 1985, Tacal ha crecido hasta convertirse en un referente en inclusión laboral, formando cerca de 3.000 egresados que hoy disfrutan de contratos indefinidos y contribuyen activamente a la economía de sus hogares. En la ceremonia, se destacó el diseño arquitectónico del nuevo espacio, obra de Gonzalo Mardones, y se inauguró un ‘puente crepuscular’, símbolo de conexión y esperanza, creado por el artista Francisco Gacitúa.
El edificio no solo representa una nueva infraestructura, sino también un espacio donde anualmente se capacitan alrededor de mil personas en diversos oficios, desde tareas manuales hasta competencias en inteligencia artificial. Esta amplitud de formación es un reflejo del compromiso de la Fundación Tacal por proporcionar herramientas efectivas para la inserción laboral de las personas con discapacidad, algo que ha sido reconocido internacionalmente por Naciones Unidas, al incluir a la institución entre las 25 organizaciones con mejores prácticas en inclusión laboral a nivel mundial.
El emotivo recuerdo de Zondek sobre su motivación para fundar Tacal fue un moment clave en la ceremonia; al observar a personas rehabilitadas que no regresaban al trabajo, se dio cuenta de que la exclusión era un problema cultural, no físico. Los testimonios de exalumnos, como el de Rodrigo Aguirre, quien logró un empleo estable a través de la formación recibida en Tacal, ilustran cómo la inclusión no solo cambia vidas individuales, sino también la percepción de un país entero. Con cada historia de éxito, Fundación Tacal continúa afirmando su misión: la inclusión laboral es un derecho y una herramienta esencial para construir una sociedad más equitativa.
