Mercadona ha anunciado un cambio inminente en sus horarios de apertura, que comenzará a aplicar a partir del 1 de septiembre. La cadena de supermercados se prepara para despedirse del horario de verano que implementó en varias zonas turísticas durante los meses estacionales. Este cambio afectará directamente la apertura de sus tiendas en domingos y festivos, donde, a partir de la fecha indicada, se volverá a los horarios tradicionales, proporcionando así un descanso adecuado a su personal.

Durante el verano, Mercadona había ajustado sus horarios para adaptarse a la demanda en áreas con alta afluencia turística. Los establecimientos situados en costas y municipios con segundas residencias habían mantenido un servicio ampliado, permitiendo que sus puertas estuvieran abiertas hasta las 22:00 horas de lunes a sábado. Asimismo, alrededor de 300 tiendas habían ofrecido un horario restringido los domingos, abriendo de 9:00 a 15:00 horas para satisfacer las necesidades de una clientela estival sin comprometer el descanso de sus trabajadores.

A partir del 1 de septiembre, este horario especial llegará a su fin. Mercadona retornará a su horario habitual de cierre a las 21:30 horas de lunes a sábado, mientras que los domingos y festivos permanecerán cerradas. Este ajuste es generalizado en toda la red de supermercados, salvo en casos muy concretos, y estará en vigor hasta el próximo verano, cuando la compañía revalorice la posibilidad de modificar nuevamente sus horarios de apertura según la demanda.

La compañía ha enfatizado la importancia de este cambio, no solo para garantizar el descanso de su personal, sino también para ofrecer un servicio más organizado y eficaz a sus clientes. Con la finalidad de facilitar la planificación de las compras, Mercadona ha instado a sus consumidores a verificar el horario específico de su tienda habitual a través de su página web y aplicación móvil, donde se puede acceder a un buscador de horarios y aperturas actualizado.

Este cambio de horarios por parte de Mercadona es una representación de la adaptación constante de los comercios a las dinámicas del mercado y el comportamiento del consumidor. A medida que la temporada alta de verano se cierra, la cadena busca garantizar que su personal tenga el tiempo necesario para descansar y recuperar energías, mientras se mantiene un compromiso con la satisfacción del cliente y el servicio de calidad.